
DE LOS NUEVOS GOBIERNOS MUNICIPALES.
A menos de dos semanas de que comiencen los nuevos gobiernos municipales en el estado de Sinaloa que fueron electos para el periodo 2021-2024, se tendrán 10 alcaldes hombres y 8 alcaldes mujeres.
Todos han comenzado el proceso de entrega-recepción respectivamente, lo cual ha servido para que desde el día primero del próximo mes comiencen las gestiones sin los pormenores administrativos pero sobre todo, para que los nuevos funcionarios públicos municipales se familiaricen con lo que serán sus nuevas responsabilidades y obligaciones.
Cabe señalar, que algunos municipios seguirán gobernados por los mismos presidentes municipales, caso de Culiacán y Mazatlán, en otros continúan gobiernos emanados del mismo partido como el caso de Ahome, Choix, Guasave, Sinaloa de Leyva, Navolato, Culiacán, Mocorito, Mazatlán y Escuinapa, en el resto llegarán gobiernos de diferente color.
El hecho de que haya nuevos gobiernos municipales implica que la concepción de que las cosas se hagan diferente, y en aquellos donde el partido en el poder volvió a ganar, las cosas mejoren.
No es coincidencia de que en Sinaloa veamos un fenómeno electoral desde el 2018 a la fecha, la participación electoral ha ido aumentado y se ha mantenido pese a los efectos de la pandemia. El impulso de ciudadanos y organizaciones que se tejen desde abajo, han logrado forjar nuevas mayorías electorales, que históricamente enfrentaron la represión de cacicazgos priístas. Por ello considero importante que dentro de la construcción de las primeras experiencias como gobiernos diferentes se orienten a las preocupaciones populares, gobiernos municipales aliados de la ciudadanía, intentando mejorar los canales de comunicación y participación con la sociedad para gobernar con ella.
Sobre el diseño de políticas públicas, cada vez más abiertas e integrales, acondicionando la intervención de la sociedad en aspectos decisivos para la convivencia: la seguridad pública, educación, salud, atención a los más necesitados, en fin, gobiernos con identidad popular real y no únicamente discursiva.