¿CÓMO SE RESUELVE LO DE LA PLANTA DE AMONÍACO?

Pasado mañana, domingo 28 de noviembre, habrá una consulta ciudadana en el puerto de Topolobampo. El motivo de la consulta es preguntar a las personas si están de acuerdo en que se construya una planta de amoniaco, llamada “planta de fertilizantes” desde la comunicación oficial. 

Esta planta trae arrastrando drama y polémica transexenal porque toda la información al respecto de ella es opaca o de plano inexistente. ¿Qué pasa con los permisos de la planta? ¿Quién organiza la consulta? ¿Por qué el gobierno desde su rol de árbitro promueve publicidad impresa (que pronto se vuelve basura) para favorecer un lado en un conflicto socioambiental?

El reto principal de los tres niveles de gobierno es resolver este conflicto sin arrastrar los vicios, manías y acciones de dudosa legalidad que nos han traído hasta este punto. ¿Será que lo lograrán?

Analicemos lo bueno, lo malo y lo feo de este conflicto.

Lo bueno es que se está poniendo a prueba la maquinaria del Estado mexicano (en nuestra región) para cumplir a cabalidad los tres derechos que promueve el Acuerdo de Escazú: acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia en asuntos ambientales. 

A partir de este momento podremos observar y medir el impacto y los pendientes que existen para pasar la implementación del Acuerdo del escritorio a la vida real. Mucha suerte.

Lo malo es que, a pesar de la protección jurídica que el Acuerdo obliga al Estado mexicano a brindar a defensores ambientales y de territorio, todavía hay activistas en riesgo; en este caso Ulises Pinzón tuvo que abandonar su casa pues ha sido amenazado de muerte. Por cierto, acusa al alcalde del municipio por ser posible autor intelectual, quien, a su vez, queda muy mal al promover activamente la construcción de la planta. 

Lo feo es que Gerardo Vargas Landeros, alcalde de Ahome, dijo no estar enterado de las irregularidades de la obra, hasta que un grupo de opositores se sentó a explicarle. Luego Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, declara que está al tanto de que la información que está siendo distribuida en el marco de la consulta ciudadana es tendenciosa para favorecer el resultado. Así sin más, así de cínico, como diciendo “estoy enterado y no me genera ningún conflicto ético ni moral ser juez y parte”. Eso sin mencionar que la consulta ciudadana no está siendo organizada por el INE como lo indica la ley. 

Sigamos observando de cerca este conflicto y vigilando con lupa a sus actores principales. Mientras este conflicto cae en manos de demócratas con prácticas verdaderamente democráticas, nos vemos el próximo viernes.