EL VERDADERO TERROR NO ESTÁ EN LAS PELÍCULAS.

Escribir sobre la situación que se vive en Sinaloa hoy en día en materia de violencia contra niñas, adolescentes y mujeres creo que siempre es complicado. Primero porque se hace un hueco en el pecho que crece, y crece a medida que crecen las listas de nombres, y segundo porque es cansado que no se termina de gritar el nombre de una compañera, cuando ya hay una más.

Existe un reto enorme sobre las formas de afrontar este problema rebuscado, gigante, y que parece sin fin.

Una de las formas de abordar esto es a través del señalamiento de acciones de violencia simbólica, tal como la suscitada en días anteriores en un antro de la ciudad, donde la compañía de decoración que contrataron para ambientar el espacio con temática de halloween, decidió que era buena idea utilizar un par de siluetas emulando un par de cuerpos embolsados, uno de una mujer y uno de un hombre, con un par de frases. El bulto que simulaba el cuerpo de una mujer, se ponía “por zorra”.

De todo esto hay bastante que señalar, no es sólo el hecho de utilizar acciones de violencia cruda como lo es el acto de embolsar, descuartizar, lastimar con saña los cuerpos, es el cómo esto nos debe hacer reflexionar sobre qué tan común se ha convertido, que creemos pueda dar gracia. Flash news…no lo hace.

En un segundo momento centrémonos en el hecho de lo que representaba, un feminicidio, tal como los más de cuarenta que van en el año. Donde además la motivación era la relación con un hombre. Está tan inmerso en el psique común que cuando ocurre una infidelidad de parte de un wey, volcamos nuestro coraje contra “la otra” sin pensar en que al final de cuentas, el del compromiso es el sujeto en cuestión.

Titulo esta columna diciendo que el terror no sólo está en las películas, porque sé tantas historias, y casos, que no puedo simplemente pensar que “se les hizo fácil” cuando una y otra vez, la realidad supera con creces a la ficción. La realidad de cientos de mujeres en el estado.

Como cosa irónica el 2 de noviembre un grupo de mujeres nos concentrábamos en las letras de Culiacán, para hacer una ofrenda por todas las que hoy nos faltan.

Por su memoria y por la justicia que camina lento para miles de familias a las que aún no se les da respuesta sobre qué pasó, por las niñas, adolescentes y mujeres para las que la vida acabó muy pronto.

Desde la isla también se llora, grita de rabia y se abraza, mientras la libertad para vivir nuestras vidas, no sea una realidad. Porque ni una más. Porque vivas nos queremos, me despido desde lesbos con amor.

Deja un comentario