ATROFIADO Y A PASO LENTO.

Por Francisco Ponce de León.

Uno de los proyectos insignia del actual gobierno federal fue la construcción y puesta en marcha de las sucursales del Banco del Bienestar. Derivado del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, se elaboró el Programa de Fomento a la Economía Social, en donde se establecieron una serie de estrategias para la generación de empleos productivos con el crecimiento de las empresas del sector social; asimismo, se determinó que el Banco del Bienestar tendría como propósito principal, el ofrecer servicios bancarios a los beneficiarios de los programas sociales y eliminar el manejo de dinero en efectivo en la dispersión de los recursos de tales programas.

Se detallaba, también, que sería un banco con programas nuevos, productos y servicios financieros adecuados a las necesidades de distintos segmentos y que reduciría la brecha de inclusión financiera que existe en el país. Lo anterior, sonaba como el elemento indispensable que necesitaba México; pero como todo, el proyecto se desvirtuó y perdió el rumbo con el que se trazó. A continuación, expongo algunas críticas que han hecho ver que el Banco del Bienestar nació atrofiado y con muchas ineficiencias:

En un primer término, se tiene registro de que son 4 estados los que concentran el 40% de las instalaciones del Banco del Bienestar; los beneficiados son Oaxaca, Chiapas, Edomex y Veracruz, Estados que según el CONEVAL concentran a la mayor cantidad de personas en situación de desventaja económica. 

En segundo término, se tiene documentado la compra de productos a sobreprecio y que se estiman deben de durar 10 años de implementación (que difícilmente durarán 2 años). Otra dura crítica que se ha hecho es la relacionada a la construcción de las sucursales, ya que la Secretaría de la Defensa Nacional, además de defender la integridad, independencia soberanía de la nación, así como de garantizar la seguridad interior, también debe de atender las solicitudes(ocurrencias) del Presidente de la República

Por último, la misma Comisión Nacional Bancaria y de Valores, recientemente impuso multas al Banco por incumplir con diversas normas, principalmente en la prevención de lavado de dinero; adicional el Banco se mantiene con los índices de morosidad más altos entre los bancos que operan en el país, es decir, se tiene comprometido para cumplir con sus obligaciones y que limita la capacidad de crédito que el Banco pudiera otorgar en un futuro.

Los buenos deseos no necesariamente se traducen en proyectos rentables y exitosos; un proyecto como el Banco del Bienestar debe de estar acompañado de un análisis riguroso que cumpla en su totalidad con la normativa bancaria, ser promotora de la inclusión financiera, la incorporación de un modelo de negocio FinTech, reformas a la Ley General de Educación para la adhesión de la educación financiera en el ámbito escolar, el establecimiento de reglas de operación y coordinación sectorial entre los diversos niveles de gobierno. Estos y muchos otros requisitos son los que, en un principio, se debió contemplar para evitar el retraso en la implementación del proyecto. No queda más que estar atentos al avance y, esperemos que así sea, la evaluación del proyecto.