CRECER AL 2%

Por Francisco Ponce de León.

El día de ayer se inauguró el Foro de Davos 2022, organizado por el Foro Económico Mundial; un espacio de reunión en donde se discuten tres objetivos claros: acelerar el progreso, los desafíos globales desde la perspectiva del COVID y proporcionar una plataforma para la conexión y fomentar así la generación de nuevas ideas e innovaciones.

Desde el Foro, los principales líderes mundiales nos están dilucidando la realidad de la economía global; nos están advirtiendo que se están generando serias profundidades que amenazan y aumentan la incertidumbre acerca de la recuperación económica. Se reconoce que, entre los riesgos, se encuentran las disrupciones a las cadenas de suministros, el aumento desmedido de los precios en las materias primas y las problemáticas relacionadas al abastecimiento energético.

Lo anterior, son básicamente, algunos de los múltiples factores que ponen en peligro la economía de un país. Cerrar el año 2021 con una tasa anual de inflación de los precios de bienes y servicios de casi el 8%, nos demuestra un porcentaje muy alto en los últimos veinte años. Son los economistas que nos explican la relación que existe entre la economía de Estados Unidos y los países de América Latina, en donde se registran niveles de moderado a alto en sus tasas anuales de inflación.

Aquí es donde cobra relevancia el papel que juega el Banco de México y que establece en el segundo artículo de su norma, procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda. Adicional a lo que comento, habrá que recordar que el pasado 1 de enero, asumió el cargo Victoria Rodríguez Ceja, propuesta por el Presidente de la República, convirtiéndose así en la quinta gobernadora de la vida autónoma del Banco de México. En la próxima junta de gobierno del Banco, se decidirá si la tasa de interés objetivo se incrementa o se mantiene, lo que determinará el futuro de muchas variables financieras de la economía mexicana.

Explico lo anterior para dar paso a lo que en realidad les quiero compartir, el optimismo en el pronóstico que realizó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público(SHCP) con respecto a prever un crecimiento del Producto Interno Bruto del 3.6 al 4.1% para este 2022, sustentado en el avance en la vacunación, la reapertura completa en el primer trimestre del año, los efectos de las obras de infraestructura, entre otros elementos.

Datos de Citigroup, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Bank of América, exsubsecretarios de hacienda, y muchos economistas, han hecho declaraciones que distan mucho del optimismo del gobierno mexicano. Ya sorprendió a muchos funcionarios la disminución de 0.2% en términos reales en el Indicador de la Actividad de la Actividad Económica, indicador que permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía.

Las aseveraciones que realizan desde la SHCP parecen distanciarse de la realidad; es claro que la inversión, tanto privada como pública, seguirá cayendo, como ha sucedido en el transcurrir del gobierno de la 4T. Y lo que faltaba, si prospera la contrarreforma eléctrica del Presidente, se deteriorará aún más la poca certidumbre que aún tienen los inversionistas nacionales e internacionales.