
TIEMPOS DE CENSURA.
Por Carlos Leal.
Los medios de comunicación masivos (prensa, radio, televisión y redes sociales) no son órganos libres e independientes, siempre, desde su concepción han estado supeditados a los intereses corporativos y gubernamentales. Los medios de comunicación masivos sirven a las empresas y gobiernos como medios propagandísticos para influir en el comportamiento social y político de las y los ciudadanos del mundo. Actualmente vivimos una de las épocas más opacas, una oscuridad total donde el discurso único atropella las voces disidentes. Los verificadores o fast check son ahora un instrumento de censura, donde tachan de conspiración, noticias falsas o tergiversación a las voces contrarias al discurso oficial.
YouTube es ahora una herramienta poco práctica, ya que solo falta decir una oración o palabras clave para recibir una sanción de censura y desmonetización. Muchos comunicadores y periodistas independientes viven de la monetización de YouTube, sin embargo, su trabajo ha venido a menos y con ello su credibilidad, ya que de decir las palabras prohibidas en automático reciben sanciones que pudieran terminar en un baneo definitivo. Por su parte Facebook censura abiertamente imágenes contra el régimen totalitarista, tacha de falsa información científicamente documentada y tilda de mentirosos a los cientos de usuarios que utilizan la plataforma como instrumento de divulgación.

De la televisión ¿Qué falta decir? La caja idiota es la misma de siempre. Una máquina que destruye la imaginación y propaga el miedo de forma masiva. La televisión esa que inunda a los hogares del mundo con producciones basura es ahora un instrumento fundamental para el lavado de cerebros, el nado sincronizado de todos los noticieros hace y replican la verdad, repite una mentira con suficiente frecuencia y se convertirá en verdad. Todo esto se suma a que la televisión es hoy por hoy el maestro de nuestra niñez, ahora no solamente aprenden albures, también pueden aprender a leer, escribir, ciencias y química.
Querido lector, te pido ni siquiera me creas a mí, que yo tampoco soy portador de la verdad absoluta. Discierne todo lo escuchas, analiza todo lo que ves y no dejes de investigar, que la verdad solo la hallarás en ti, en lo que crees y en lo que crearás con tus ideas.

