
¡O AMLO O NADA!
Por Alberto Emerich.
La semana pasada los senadores de Morena publicaron un comunicado en donde expresan su apoyo incondicional a AMLO y condenan los ataques dirigidos a su persona. Es de esperarse el respaldo que le brindan al creador de su partido, pero la retorica que utilizaron es alarmante por su naturaleza divisoria e infantil, llegando a lo vomitivo.
Están empeñados en hacer creer a los mexicanos que los que nos oponemos, desde la trinchera que sea, al gobierno federal morenista somos “el enemigo” de México. Por supuesto que no es el caso. Cada uno de nosotros, como ciudadanos, tenemos el derecho a pronunciarnos en desacuerdo ante cualquier situación si así nos parece y eso no significa que no queramos lo mejor para nuestro país; incluso podemos señalar libremente las barbaridades y los escándalos que acontecen a la administración nacional actual sin vestir un disfraz de traidores.
Evidentemente, Andrés Manuel esta pasando por un muy amargo momento con los señalamientos de Loret de Mola sobre su hijo Ramón, sin embargo, la manera en que el López Obrador se ha “defendido” de estas acusaciones es preocupante; aprovechando su plataforma propagandística de “las mañaneras” para desacreditar y atacar no solo a Loret, sino a cualquier periodista que no comulgue con él, y esto, en el peor momento para dedicarse a la comunicación en el país, pues vamos apenas a la mitad del gobierno de AMLO y ya son más de 50 periodistas asesinados.

Es lamentable que, en el pensamiento de la bancada morenista el Presidente encarna todo lo bueno que tenemos en México, al contrario de quien se opone a sus ideas, refiriéndose a ellos como “un puñado de mercenarios”, “traidores a la Nación, a la Patria y al pueblo”. Es increíble la irresponsabilidad política, los tintes autoritarios y la radicalización que promueven en este mensaje.
Podemos considerar el lenguaje utilizado por los senadores en el comunicado del 15 de febrero como una amenaza directa a nuestra democracia al ser profundamente intolerante, descalificando las ideas de sus adversarios políticos y ahora de los ciudadanos que no nos sumamos a la mal llamada “Cuarta Transformación”. Pareciera como si estos senadores tuvieran una adicción por agradar al Presidente, pensando que, al mostrarse faltos de tolerancia como él, gozaran más de su favor; sin importarles el caos y la pobreza argumentativa y cultural que genera la polarización de un país.
Esto me recuerda al lema que utilizaba con sus subordinados el líder de los ejércitos papeles, César Borgia: “¡O César o nada!”.
¡O AMLO o nada! ¿Será?…
