
EL EQUIPO DE DONÉTSK.
Por Javier Llausas C.
“No me gusta tomar esas entrevistas a la ligera, sé muy poco del conflicto y gente que aprecio está sufriendo”.
La noche anterior, Rusia había comenzado su invasión a Ucrania y en Tijuana ya teníamos un par de solicitudes europeas para entrevistar a nuestro delantero Facundo Ferreyra. De origen argentino, “Chucky” es un jugador de gran calidad en el campo y de fino trato fuera del mismo, situación que seguramente fue trabajando en su larga carrera en el futbol europeo, en la cual pudo jugar en Portugal, España, Inglaterra, Rumania y tal vez en lo que era, es o quien sabe que pueda ser en el futuro una ciudad de Ucrania llamada Donétsk.
A sus 23 años Facundo sadría de su país al ser fichado por el F.K. Shajtar Donétsk, el club más exitoso de europa oriental en los últimos años y al que Chucky llegó para convertirse en el primer argentino en la historia del club y acompañar a una legión de talentosos brasileños haciendo los goles que llevarían al equipo del Donbass a convertirse en un animador de la UEFA Champions League.

Todo marchaba bien hasta que en el 2014 estalló la guerra en la casa del Shajtar y tras el derribamiento de un avión de Malaysia Airlines, los jugadores sudamericanos prefirieron quedarse en Francia después de un partido internacional y buscar otros equipos. Tras el estallido de la guerra y para sobrevivir, el Shajtar movilizó sus oficinas, jugadores y todo su aparato deportivo a 700 kilómetros de casa, perdiendo millones de euros cada año, extrañando su media de 42,000 aficionados por partido en casa y sobre todo viendo afectada su identidad, la cual viene desde su nombre que hace alusión a los mineros del Donbass.
En sus últimos partidos en el Donbass Arena, una afición anteriormente unida por el sueño de ganar la Champions League estaba dividida a tal punto que hasta en la misma grada se podían apreciar banderas separatistas y nacionalistas sustituyendo los colores naranja y negro del escudo de los mineros.
Con una directiva a favor de la unidad nacional y tras el avance ruso, el Shajtar hoy más que nunca parece condenado a vivir para siempre en el exilio y ver como sus cercanos pierden la vida, como pasó apenas la semana pasada cuando el director general del club anunció que un entrenador de sus fuerzas básicas murió siendo alcanzado por un fragmento de bala rusa. Antes del anuncio, el club había publicado en redes sociales un duro mensaje dirigido a los equipos de futbol rusos que siguen jugando su liga como si nada: “Su silencio significa ayudar al asesinato masivo y la destrucción. ¡No te quedes callado, habla! De lo contrario, será tu derrota personal. La derrota que será recordada por todas las generaciones futuras. La derrota que no se puede borrar de la historia mundial. Y cada uno de ustedes será culpable y responsable de los delitos cometidos”
Hoy el equipo de Donétsk juega activamente su partido más importante fuera de la cancha. Le deseamos mucho éxito por que si lo pierde, es probable que él mismo se pierda para siempre.
