¿OTRO ELEFANTE BLANCO?

Por Francisco Ponce de León.

La naturaleza de los gobiernos los obliga a realizar múltiples funciones que influyen en aspectos sociales, económicos, ambientales, políticos, etc., en el país; los cuales están enfocados a atender asuntos de interés público que representan problemas a solucionar, necesidades a satisfacer u oportunidades a aprovechar que afectan a la sociedad. Para dar atención a los asuntos antes descritos, se diseñan políticas públicas, ejecutan programas y proyectos específicos con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la población.

En el párrafo anterior se describe parte de las funciones de un gobierno, pero todo gobierno tiene sus deficiencias, intereses y necesidades. El término elefante blanco, al que hago alusión en el título, hace referencia a algo a lo que se destinaron o destinan recursos públicos, pero no tiene utilidad y, es por ello que, no genera beneficios que lo justifiquen. En México, tenemos cientos de ejemplos que han costado miles de millones de pesos al erario público y que han causado innumerables críticas por parte de periodistas, políticos, ciudadanos, medios internacionales y demás actores públicos.

A lo largo del país abundan obras inacabadas o subutilizadas, como lo es la presa Paso Ancho en Oaxaca, el Hospital de la Mujer en Zacatecas, el Centro de Justicia para mujeres en Veracruz, la biblioteca Vasconcelos inaugurada durante el sexenio de Vicente Fox, la tan mencionada y onerosa Estela de Luz inaugurada por Felipe Calderón y se agrega a la lista el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles(AIFA) de Andrés Manuel López Obrador. 

El Aeropuerto Felipe Ángeles, nombrado en honor a un militar leal al presidente Francisco I. Madero que buscó el dialogo y la reconciliación durante la Revolución Mexicana, es una muestra de lo que menciona en el reporte Getting Infrastructure Rigth: “una mala gobernanza es la razón principal por la que los proyectos de infraestructura a menudo no cumplen con sus objetivos de tiempo, presupuesto y prestación de servicios”. 

El AIFA será una central aérea de naturaleza civil construida y operada por los militares, tarea que encomendó el presidente en febrero de 2019, tras cancelar el proyecto iniciado por el Gobierno de Peña Nieto en Texcoco. Lo anterior será, sin duda alguna, el primer reto que tendrá que sortear la Secretaría de la Defensa Nacional(SEDENA).

Otro de los retos que definitivamente se tendrá que tomar en cuenta es el de la conectividad. Se estima que el AIFA iniciaría con números rojos y que dependerá de la aceptación del público y de que se añadan nuevas rutas. Volaris, Viva Aerobus, Aeroméxico y otras líneas internacionales han declarado en múltiples ocasiones que difícilmente abrirán operaciones en el nuevo aeropuerto y que para ellos como empresas no es redituable económicamente. Adicional a lo anterior, el espacio aéreo compartido con las operaciones de la SEDENA, podrían generar más congestión, retrasos en los vuelos y de nueva cuenta, problemas de operación.

Por último, me quedo con lo mencionado por la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, durante su discurso inaugural: “El AIFA es la esencia de la 4T”.  Y sí, la esencia de la 4T es la del simbolismo, la obstinación, obras caras y de muy mala calidad, discursos que polarizan, la confrontación con instituciones y, la omnipresencia del Ejército en tareas civiles como un “mecanismo” contra la corrupción.

Postdata: El Gobierno afirmaba que el AIF tendría un costo de 75 mil millones de pesos, sin embargo, los informes dela Auditoría Superior de la Federación, lo gastado en ese aeropuerto es de 125 mil millones de pesos. De ese tamaño fue el error en el cálculo del proyecto.