LA CONSULTA DEL 10 DE ABRIL, UN EJERCICIO HISTÓRICO.

Por Enrique Ramírez.

El próximo domingo 10 de abril, se llevará a cabo la primera consulta de Revocación de Mandato en nuestro país, donde se le preguntará al pueblo de México si está de acuerdo en que su presidente de la República continúe en su mandato o sea separado del cargo, una decisión que a partir de este ejercicio quedará en manos de la gente, para la posteridad, y que sentará un precedente histórico.

Luego de que la solicitud de este ejercicio, suscrita por poco más de 11 millones de mexicanos siguiera su ruta legal, tal y como lo establece la Ley de Revocación de Mandato, la autoridad electoral competente (INE) determinó dar trámite a dicha solicitud y realizar este ejercicio, reconociendo el derecho a solicitar, participar y ser consultados respecto a la revocación del mandato otorgado al titular de la Presidencia de la República.

En México nunca hemos visto a un gobernante someterse al escrutinio público antes de que concluya su mandato, y cómo sería posible si en las últimas décadas, los anteriores presidentes ejercían su cargo sin consultar de ninguna manera a sus representados, y la democracia participativa sólo existía en el discurso, que además carecían de un apoyo popular.

Platón afirmaba que “el precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres”, tal parece que la derecha sabia y culta del bloque opositor a la 4T, continúan sumergidos en sus propias contradicciones cuando llaman a no participar en esta consulta y así el pueblo se desentienda de la política y los asuntos públicos. Pareciera que aún viven en el pasado, pues no han concebido que se viven tiempos de transformación, que la forma de hacer política cambió y sigue cambiando.

Lo que no se atreven a decir es que están perdidos, y que al ver la popularidad y aceptación que tiene el Presidente López Obrador, estos no se atreven a participar y así evitar enfrentarse a una derrota más, por lo que cobardemente optan la promoción del abstencionismo, el cual les funcionó por décadas para seguir en el poder.

Evidentemente están molestos y les disgusta que se le consulte al pueblo, que se establezcan los mecanismos para que la gente decida, no únicamente en procesos electorales, porque la democracia no debe ser únicamente temporal y para unos cuantos, sino permanente y para todos, y que las decisiones públicas de mayor trascendencia las tome la gente.

Será en este sexenio, por primera vez y con hechos fehacientes donde se preservará aquel dicho: “El pueblo pone y el pueblo quita”, y que así continúe el espíritu democrático y soberano bajo la máxima de todo el poder al pueblo.