LEGISLANDO EN SENTIDO CONTRARIO

Por Cristal Valenzuela.

La Corte Suprema de Estados Unidos anuló el viernes el caso Roe contra Wade, y eliminó el derecho constitucional al aborto después de casi 50 años, una decisión que divide a toda la nación y que pone en manos ajenas los derechos humanos de las mujeres estadounidenses.

Nos encontramos aquí ante uno de los retrocesos más históricos de la era contemporánea. Durante casi 50 años fueron un país donde la decisión de maternidad era exclusivamente de la mujer, donde se podía poner en óptica personal que rumbo querían tomar para su vida.

A principios de año se miraba como un supuesto de algo que podía pasar, el viernes, cuando la Corte Suprema cumplió con esto y anuló un fallo que había protegido el derecho de la mujer a controlar su propio cuerpo, no nos quedaron más que preguntas, preguntas cuya respuesta aún no encuentro, ¿Cómo en pleno 2022 se permitió este enorme retroceso? ¿Por qué los derechos de las mujeres soy definidos por personas ajenas?

Me lastima si quiera pensar que los abortos clandestinos vuelvan a ser retomados, prácticas que ponen en riesgo la vida de la mujer, hay que decirlo tal y como es, ingerir medicamentos, utilizar ganchos, agujas de tejer, introducirse químicos venenosos, practicas amateur. Lo reitero, SE ESTÁ PONIENDO EN RIESGO LA VIDA DE LAS MUJERES.

Cansa el argumento de las personas que utilizan a la iglesia como manera de justificar su desaprobación a un derecho humano. Escribir esto duele, me hace pensar en cómo se arrebata un derecho, en cómo se legisla sin empatía.

Las mujeres estadounidenses merecen una disculpa, merecen respeto a sus derechos, merecen que les regresen lo que por derecho les corresponde.

UN HOMBRE JAMÁS DEBERÍA LEGISLAR SOBRE LOS CUERPOS DE LAS MUJERES.

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