ENTRE LAS VACACIONES Y EL VANDALISMO

Por Francisco Ponce de León.

Año tras año, periodo vacacional tras periodo vacacional, se presenta el mismo problema en las escuelas de Sinaloa, vandalismo y destrozos en perjuicio de la educación de todos infantes que asisten a las aulas en la entidad. Son incontables las notas donde se expresan las acciones perjudiciales de los maleantes hacia los recintos educativos, provocando un gasto adicional en los fondos múltiples que tiene cada escuela, que a su vez, buscan recuperar paulatinamente lo sustraído por los amantes de lo ajeno.

Como dato interesante y que se tiene que tomar en cuenta para lo siguiente que expondré, durante la pandemia se vandalizaron 209 escuelas. Aires acondicionados, cableado, computadoras, instrumentos educativos y demás instrumentos que disminuyen directamente la capacidad de operar para las escuelas.  Si nos ponemos a pensar, nos parecería inaudito que un niño o niña tuviera que tomar clases en un clima de 39-42 grados con sensación térmica de 44-47 grados. Esa es la realidad de muchas aulas en Sinaloa.

Todo lo anterior es un contexto incompleto para dar a conocer la estrategia conjunta de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC), “La escuela es de todos” con el objetivo de evitar lo más posible que durante los periodos vacacionales sean objeto de robos y vandalismo. La Secretaria de Educación, Graciela Domínguez, explicó brevemente la estrategia que involucra a docentes, alumnos, padres de familia, autoridades municipales y estatales para que se mantengan alerta de cuidar las más de 5 mil escuelas públicas que tiene el estado en el nivel básico.

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Sabemos que, durante los periodos vacacionales, los amantes de lo ajeno buscan la manera de ingresar, ya sea de día o de noche, para substraer la mayor cantidad posible de artículos que luego venden en las calles de la ciudad. Es un modus operandi que los mismos policías conocen cuando una persona traslada algún objeto robado.

Mis recomendaciones al programa que se acaba de implementar son: Coordinación efectiva con los elementos de seguridad pública municipal y estatal (números telefónicos de las patrullas que rondan por el sector) con el fin de tener una rápida respuesta ante una situación de robo al plantel, crear un comité en donde se sesione cada determinado tiempo, en donde exista un orden del día con los asuntos relacionados a la protección, seguridad y resguardo escolar, protocolos específicos sobre qué hacer en caso de presenciar un robo (denuncia ante el MP, testigos, etc), creación de convenios con las Instituciones de Asistencia Privada que tienen relación con el sector educativo con el objetivo de compartir información estadística que se tenga a fin de complementar y encontrar las áreas de mejora de la estrategia planteada por la SEPyC, talleres que fomenten el sentido de pertenencia de docentes, alumnos y padres de familia, adicional que sensibilicen a los actores involucrados sobre nivel de importancia que tiene la ciudadanía en la conservación de las escuelas, plan de acción en donde se revisen las condiciones de las protecciones, chapas, paredes de cada salón, luminarias en funcionamiento y que se coloquen en puntos estratégicos, entre otras estrategias que tienen un costo mínimo y garantizarían la seguridad de cada uno de los planteles.

Es más que evidente y no es factible, el tener a un policía en cada escuela; sin embargo, la intención de la SEPyC de involucrar a todos los que directa o indirectamente se ven beneficiados por la educación pública es sumamente positiva. Espero que el programa no se deje a la deriva, sin recursos, sin personal, sin un documento que sustente la acción; porque la educación es un pilar en el desarrollo humano, busquemos conservar en las mejores condiciones nuestras escuelas.

REDES SOCIALES DE FRANCISCO PONCE DE LEÓN.