LAS GRIETAS DE LA 4T.

Por Ana Quintero.

Vamos por la vida pensando que nada es más resistente que la piel que recubre nuestros cuerpos, hasta que vemos que aparece la primera grieta. Así nos pasó también con la Cuarta Transformación que, durante 10 años de articulación como movimiento político a través de MORENA, construyó la fortaleza suficiente para dejar su oposición sin margen de maniobra.

Hablar de la Cuarta Transformación como el movimiento político que sacudió el panorama en las elecciones del 2018 implica señalar que su éxito se debe, en parte, a la cohesión y lealtad compartida entre todas y todos; porque para tener visibilidad, cargos y candidaturas, es innegable que hay que tener disciplina en el culto a López Obrador. Sin ese elemento serían un partido político del montón y no el partido gobernante.

TE RECOMENDAMOS | Destapé otra.

Hasta hace unos meses, el obradorismo en el poder se nos presentaba como el inicio de una era en la que tocaba perder la esperanza en la oposición y hacernos a la idea de que México sería gobernado por el legado del presidente; pero todo termina, cualquier movimiento madura, y todo proceso se transforma. 

A la 4T le toca madurar con las grietas que están haciendo personajes que empiezan a dar señales de rupturas internas, como se muestra en los audios filtrados en los que descalifica al líder moral; actos de corrupción y escándalos que implicarían bajos niveles de ética y/o moralidad en los referentes del partido; y muy importante, las asperezas que se van haciendo cada día mas grandes entre el obradorismo puro (militante de MORENA) y el obradorismo aliado que se encuentra en el PT y otros partidos jóvenes. 

Si Andrés Manuel López Obrador, siendo presidente y uno de los políticos más populares de la historia moderna de nuestro país, no puede sostener su propio liderazgo al interior de su propio partido, podemos permitirnos un rayito de esperanza respecto a la libertad política a la que muchas personas aspiramos.

Preguntas para llevar (a terapia si es necesario):

¿Podemos dejar de idealizar la continuidad a la cuarta transformación sin López Obrador al frente o por qué, aunque sabemos que le queda poco a su sexenio, no vemos ningún horizonte de vigencia al éxito electoral y político de su movimiento?

¿Qué va a pasar con MORENA y sus alianzas cuando expresarse mal del presidente deje de ser un escándalo de audio filtrado y se convierta en algo cotidiano para personas tan cercanas a él como su propia gobernadora en Campeche?

¿Podemos aspirar a un país democrático mientras celebramos la violación a la privacidad únicamente porque nos conviene?

Y finalmente, ¿Cuánto tiempo se tomará López Obrador en responder de forma vengativa contra Layda Sansores?

REDES SOCIALES DE ANA QUINTERO