NADA POR AQUÍ, NADA POR ALLÁ.

Por Francisco Ponce de Léon.

Yo sí creo que Andrés Manuel se quedó atrapado en el México utópico que hubiera construido por allá en el 2006. Un México en donde se articuló y fortaleció el sistema de salud, se realizaron grandes obras de infraestructura pública y privada, se apostó por la extracción de petróleo para estabilizar las finanzas públicas, entre muchas otras acciones que llevaron a México a subir en el escalafón de posiciones de los países en vías de desarrollo.

Hoy por hoy, Andrés Manuel tiene al país al borde de una de las mayores crisis sociales y políticas del México actual. Para quienes han vivido alejados de las redes sociales y del contexto actual, la violencia ha incrementado en comparación de los sexenios pasados, la economía se ha visto estancada y las proyecciones para finalizar el año disminuyen cada vez más, los programas sociales no han sido la solución a los problemas que aquejan a la sociedad mexicana, la actitud conflictiva y la supremacía del movimiento que encabeza el presidente solamente ha generado fracturas en los estados donde se han visto jornadas electorales, los diversos escándalos que han sacudido a la estructura cercana del presidente han disminuido la credibilidad del mismo y muchísimos otros temas más que, uno tras otro, aumentan la incertidumbre de lo que pasará en 2024.

¿YA LEÍSTE? | LA TERCERA ES LA VENCIDA.

Como los magos, Andrés Manuel hace acto de presencia con los artilugios e ilusiones propias de un mago experto; para una refinería que, claramente costará mucho más que lo estimado, se presenta mediáticamente un escenario lleno de optimismo y alegría porque, ahora sí, seremos “autosustentables” (voltear a ver el panorama mundial que transita de las energías fósiles a las energías renovables). Para el caso del aeropuerto Santa Lucía, se presumía la viabilidad y factibilidad propia del proyecto, miles de pasajeros, cientos de aerolíneas nacionales e internacionales, una locación “estratégica”, según los asesores principales, cuando en realidad, a lo más que pudiera convertirse, es en un aeropuerto auxiliar que servirá para desfogar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Ante la violencia presenciada, hago énfasis en el asesinato de los dos jesuitas en Chihuahua y los altercados violentos presenciados en Sonora, las decisiones del presidente solo han causado que tanto descontento, tristeza y desilusión a todos los mexicanos. Recordarle al presidente que la Iglesia católica tiene un poder inconmensurable, electoralmente hablando, y que ante el fracaso de la estrategia de seguridad y el paupérrimo papel que han tenido las fuerzas policiales, será la institución con mayor trayectoria la que “aconseje” a los electores en la jornada electoral del 2024.

Sacada de la manga, la estrategia que han implementado a nivel nacional para hacer llegar las vacunas para menores de 5 a 11 años. Desabasto, falta de planeación y logística, y la llegada de una quinta ola de Covid-19, han desgraciado, de nueva cuenta, el papel de los actores principales de la pandemia y la coordinación que existe en el sistema de salud en México.

En un futuro cercano, el presidente descansará en su rancho “La Chingada”, en paradisiaca ciudad de Palenque en Chiapas. Lo que pasará a partir del final de su sexenio, se resume en la siguiente escena:

“Desaparecer y esfumarse a la vida privada sin ningún tipo de remordimiento. La culpa no es mía, es de los gobiernos anteriores, yo recibí un país en llamas y lo rescaté. Fui el salvador de México, el mesías que solucionó todos los problemas de los mexicanos. La violencia generada, el control del narcotráfico de todo el país, el fracaso del aeropuerto Santa Lucía, el tren maya y el tren interurbano México-Toluca, no es asunto mío. Yo ya me retiré y no quiero saber nada de lo que pasa en la vida pública de México. Estoy cansado y quiero disfrutar a mi familia en el recinto que resguarda un equipo especial en seguridad proporcionada por el estado mayor presidencial. Si me visitan muchos personajes, los escucho y les doy mi opinión sobre tal o cual tema, pero les advierto que manejar un país es convertirse en un mago profesional”.

REDES SOCIALES DE FRANCISCO PONCE DE LEÓN.