
Libertad o seguridad.
Por Alberto Tinajero.
En nuestro país, distintas administraciones e ideologías partidistas han coincidido únicamente en una cosa, privilegiaron las libertades por sobre la seguridad, dicho de otra manera me refiero a que nuestro sistema de gobierno funciona permitiendo que cada uno de nosotros exprese su libertad cualquiera que ésta sea, pero se desentiende en los términos de seguridad social, educativa o de salud, fundamentales para la estabilidad y la certeza en el futuro de los mexicanos.
Con base en lo anterior, los gobiernos en turno independientemente de sus colores, no se preocuparon por fortalecer las instituciones con la finalidad de que sirvan eficientemente a los mexicanos como es el caso del gobierno de China, que entre muchos otros factores, priorizo el fortalecimiento de sus instituciones para dar seguridad, certeza y legitimidad a sus acciones. A su vez, la población corresponde con un elemento que es invaluable para cualquier forma de gobierno LA CONFIANZA.
En nuestro país la falta de confianza es un problema preocupante que deriva por ejemplo, en una mayor informalidad, inconformidad en los servicios públicos y hasta el abstencionismo de una gran parte de la población en las elecciones de sus representantes. Lo anterior tiene como origen la desconfianza en los gobiernos por una parte debido a la falta de resultados, por otra porque el pueblo no tiene la certeza de donde se asignaran los recursos producto del pago de sus impuestos.

Fundamentalmente tenemos un sistema que se ha estructurado en torno a las instituciones, lo anterior con la finalidad de que éstas sean las responsables de proporcionar los servicios necesarios, así como dar solución a las problemáticas puntuales. Sin embargo, otra consecuencia producto del debilitamiento de nuestras instituciones es justamente la corrupción, que se normaliza como el “apoyo” para poder “facilitar” o acelerar los trámites que debieran ser simples en algunos casos y que incluso hoy ese “coyotaje” es una fuente de empleo e ingreso para muchas familias mexicanas.
Pienso que no sirve de nada la simple crítica si no se acompaña de propuestas o acciones, en este sentido el fortalecimiento de nuestras instituciones depende del poder ejecutivo e incluso del legislativo de todos los niveles de gobierno, priorizando este tema la corrupción en nuestro país puede disminuir, si del mismo modo los servidores públicos realizan sus correspondientes labores, así como el pueblo es lo suficientemente responsables y honestos para no incurrir en éstas prácticas, quizás podemos avanzar en el camino correcto.
Concluyo con argumentar que es trabajo de cada uno de nosotros el mejoramiento de nuestra sociedad, parece utópico creer que es posible cambiar las condiciones en las que vivimos, pero ese es justamente el problema. Si no somos capaces de soñarlo, no seremos capaces de creerlo, de no ser capaces de creerlo entonces no podremos realizarlo y ya es momento de que PENSEMOS DIFERENTE para hacer las cosas diferente.
