En Sinaloa pasan cosas buenas.
Por Ana Quintero.
Sinaloa es un estado que sobrevive entre tormentas tropicales, noticias que se vuelven nacionales cuando se trata de violencia y una clase política que, a menudo, prefiere dar show antes que ponerse a trabajar.
En los últimos años, a Sinaloa le ha costado sacudirse la tradición unipartidista de antaño, y con eso, la tendencia conservadora en su legislación. Hasta hace muy poco, las legislaturas locales eran opacas, cómplices de los ayuntamientos y aprobaban iniciativas antiderechos.
Contra todo pronóstico, las diputadas y diputados locales electos en 2021 han aprovechado el voto de confianza pues han dejado claro que no serán cómplices de ningún alcalde, aunque emanen del mismo partido que la mayoría en el congreso local; han creado y fortalecido instituciones y han aprobado el matrimanio igualitario y la despenalización del aborto. Se han convertido en la legislatura más progresistaque hemos tenido en los últimos años.
Esta misma semana aprobaron una iniciativa de Ley que impedirá ser candidatos a deudores alimentarios, agresores sexuales, y de violencia política. Esta decisión ayuda a que las mujeres podamos ejercer nuestros derechos políticos con una preocupación menos, pero va más allá: ayudará a que Sinaloa nunca tenga un Félix Salgado Macedonio como pasó en Guerrero, y que las mujeres sinaloenses tengamos la tranquilidad de que jamás veremos a un agresor o deudor alimentario encabezando un proyecto político. Al menos no directamente.
Si bien es cierto que para prevenir la violencia vicaria que ejercen los deudores alimentarios, la violencia sexual y la violencia política no basta con crear una restricción en las candidaturas, también es cierto que se trata de un gran paso para que vivir en Sinaloa deje de ser un territorio que se habita con tantas incertidumbres y en el que, al final del día, también se es víctima de la impunidad.
Esta nueva ley es un pequeño paso para que logremos acceder a una vida libre de violencias, pero un gran paso para una legislatura local. La tendencia progresista que han mantenido las y los diputados nos da esperanza en medio del caos que es el escenario de la política nacional. Por fin, en Sinaloa pasan cosas buenas.
