
¿Y los atlas de riesgo?
Por Francisco Ponce.
La palabra atlas me recuerda a dos cosas, primero el equipo de futbol proveniente de Guadalajara que recientemente ganó la Copa Mx; en segundo lugar, me recuerda al libro de enormes dimensiones que nos obligaban a llevar en 4to y 5to de primaria para estudiar la materia de geografía (de verdad que era un libro que, por más grande que estuviera la mochila, no cabía).
Pero no, hoy no hablaremos de esos dos atlas que menciono anteriormente, hoy hablaré sobre los riesgos que implica no tener un atlas de riesgos en los municipios. Un proyecto ejecutivo que tiene la posibilidad de salvar vidas, evitar pérdidas materiales y disminuir los peligros para la población en general.

De acuerdo con la Ley General de Protección Civil, el atlas de riesgo es un sistema integral sobre información de agentes perturbadores, la interacción de peligros y la vulnerabilidad y el grado de exposición de agentes afectables. En los atlas de riesgo se utilizan principalmente criterios estadísticos para determinar las probabilidades de ocurrencia de un evento, ejemplo la probabilidad de inundación de alguna zona durante una lluvia; adicional se calcula la función de vulnerabilidad para cada cierto fenómeno que ocurre en cierta zona (términos porcentuales) y por estima una cantidad aproximada, en términos monetarios y de vidas, para un sistema expuesto relacionado con la cantidad de personas, bienes, valores y sistemas susceptibles a ser dañados o perdidos.
La multiplicación de cada uno de los elementos sirve para construir estadísticamente un índice de riesgo que no es más que la probabilidad de pérdida que existe en determinada zona de la ciudad donde se realiza el análisis. Expliqué lo anterior para dar a entender lo importante que es la construcción de dicho índice para realizar una clasificación sobre las posibles zonas con mayor riesgo, es decir, a través del sistema de atlas de riesgo se pudiera tener una herramienta que nos permita identificar las zonas con alta probabilidad de algún riesgo y la integración de una gestión integral de cualquier vulnerabilidad que se presente en la zona.

En la presente época de lluvias, se han presentado innumerables situaciones de riesgo que conllevan a un desgaste en la economía de las familias, al sufrir de la pérdida de un vehículo, la inundación de sus viviendas, los deslaves en zonas de alto riesgo y demás situaciones que ponen en peligro la vida y patrimonio de todos los sinaloenses.
En Sinaloa, de acuerdo con el Censo Nacional de Gobiernos Municipales 2021 recabado por el INEGI, 11 de los 18 municipios contaban con un atlas de riesgo. Municipios como Badiraguato, Cosalá, Mocorito, entre otros, reportaron que no se contaba con un atlas de riesgo, lo que da a suponer que las instituciones encargadas de coadyuvar con el tema de la protección civil, planeación y gestión territorial actuaban de manera reactiva ante cualquier emergencia que se presentara.
Ahora bien, de los 11 municipios que, si contaban con un atlas de riesgo, en una revisión documental rápida, se encontró que los atlas de riesgo reportados se encuentran desfasados, desactualizados y carecen de elementos de gran impacto para el desarrollo humano en los municipios. Lo anterior pone al descubierto el desinterés que existe en los ayuntamientos por salvaguardar la vida de los ciudadanos, ya que, por poner un ejemplo, sin un atlas de riesgo, se pudiera otorgar una licencia de construcción para un fraccionamiento en donde no se sabe a qué riesgos está expuesta la zona de urbanización.

Por último, mencionar que los recursos federales que se aportaban a los municipios para la financiación de los atlas de riesgo fueron eliminados, ya que, de acuerdo con la justificación de los funcionarios, dichos documentos fueron realizados por agencias que no contaban con la experiencia necesaria para la elaboración, proyectos a sobreprecio y posibles casos de corrupción, lo que obligó al gobierno federal a cancelar dichos fondos federales.
Invito a que revisen la página que aloja el atlas de riesgo de la ciudad de Los Mochis, aunque la información está referenciada al 2011, el sistema de información geográfica que ofrece el Instituto de Planeación de Ahome (IMPLAN) utiliza la tecnología para mostrar de manera ágil e intuitiva las zonas geográficas en donde se pueden presentar una situación de emergencia.
Desde esta columna, hago un llamado urgente a todos los involucrados en el tema para que se realicen las gestiones correspondientes para hacer realidad que los 18 municipios de Sinaloa cuenten con un atlas de riesgo actualizado y que permita la toma de decisiones en función de información verídica, actualizada y de manera oportuna.