
Historia de una muerta anunciada.
Por Victor Manuel Arredondo Vizcarra.
En días recientes hemos visto cómo los partido políticos de oposición empezaron sus campañas y propaganda para ganarse la simpatía de la gente de cara a 2024, sin embargo, hay uno que no parece estar enterado de esto, o bien, está aferrado a tener una estrategia correcta para sobrevivir: hoy les contaré la crónica de la muerte anunciada del PRD.
En algún momento de la historia democrática de México, el PRD fue el estandarte de la izquierda mexicana, teniendo a grandes políticos que abanderaban sus ideales y siendo arropados por el electorado mexicano, teniendo más predominancia en el centro y sur del país.
Desafortunadamente, hoy el PRD se ha desvirtuado, sus principales figuras emigraron a otros partidos o se retiraron, pero quizá lo más preocupante, sus propuestas han perdido validez entre el electorado, y su imagen se ha desgastado por la pérdida de su esencia izquierdista.
Al día de hoy, el “partido del sol azteca” no es ni la sombra de lo que fueron en su momento, y hoy en día se aferran a su registro a nivel nacional con una proporción marginal en los votos de las elecciones, y en lugar de esforzarse para destacar y recuperar su esencia de “partido del pueblo”, se aferran a una coalición sin pies ni cabeza con el PRI y PAN, limitándose a apoyar y ser un partido satélite, sin capacidad de negociar frente a los otros partidos, cómo lo estamos viendo en estos momentos con el PRI y PAN repartiéndose las candidaturas a gobernador y la presidencia, dejando al PRD al margen.

Hace algún tiempo había escrito sobre la necesidad de que todas las voces y opiniones políticas sean escuchadas, y con ello debería de haber diversidad de instituciones políticas como de estás opiniones cómo ocurre en repúblicas parlamentarias en Europa y países de Latinoamérica cómo Brasil o Perú. Para nuestra mala fortuna, la política mexicana está secuestrada por un sistema que dificulta la creación de partidos políticos, una elite que cambia de nombre pero no de propuestas (cof cof, MexiColectivo), así como de la apatía de la ciudadanía por involucrarse. En estos casos, los partidos que prevalecen son los que saben aglutinar opiniones y ganarse la simpatía de la gente, no necesariamente representando a las personas.
Habiendo dicho lo anterior, me atrevo a decir que el PRD está condenada a desaparecer si no cambia su estrategia, principalmente por esta razones: 1) Su posición de partido estandarte de izquierda fue arrebatado por Morena; 2) Sus figuras políticas dejaron de hacer eco en la popularidad de la ciudadanía, y el comportamiento de varios refleja más la vieja política que una disruptiva y fresca como alguna vez manejaron; 3) Sus dirigentes han hecho hasta lo imposible por hacer que el partido se acerque más a la derecha, repeliendo a sus dirigentes de mayor identidad de izquierda y acercándose a partidos como el PRI y PAN; y 4) La coalición Va X México los ha marginado a ser espectadores de la toma de decisiones y la repartición de candidaturas, limitando aún más su futura proyección y captación de votos.
Por fortuna, la historia aún no se ha escrito, y este partido aún tiene posibilidad de salvarse, pero debe actuar rápido. A mí parecer, en la coalición Va X México no aporta ni le aporta nada y debe salirse cuánto antes, pese al discurso tóxico de polarización que han manejado de dos bandos (Morena o la oposición). También deben retomar las propuestas de izquierda y arropar a los abanderados jóvenes que puedan aportar a su lucha (aprovechando que el apoyo a los jóvenes en la mayoría de los partidos es nula), pero quizá el cambio que mejor les podría convenir es cambiar el discurso de polarización que mencioné anteriormente: demostrar que hay otro camino que no sea el de Morena o el del PRI – PAN, algo como lo que ha estado elaborando Movimiento Ciudadano, con el beneficio de ser un partido que está acostumbrado a ser una oposición que ha picado piedra y que alguna vez logro ser un partido popular. Creo que hoy más que nunca necesitamos contendientes fuertes que sean alternativas reales para ser gobierno. Ojalá ellos puedan serlo y su historia no termine en 2024.
