Extravió.

Por Alberto Tinajero.

México se ha formado por esas generaciones que con luchas armadas o pacíficas, diálogos o manifestaciones, dieron forma al México contemporáneo. Sin embargo, hoy tenemos algunos partidos rapaces, que no solamente viven de viejas glorias, sino que se adjudican las luchas de millones de hombres y mujeres de manera injustificada e ilegítima. 

El extravío de la oposición ha sido tal, que ante la falta de causas legítimas (pues hoy no encuentran ninguna), encontraron su motivación al vernos no como rivales a vencer, sino como enemigos a destruir. Ante esa premisa no hay diálogo o acuerdo que valga, puesto que su objetivo no es ni ha sido el desarrollo de un mejor porvenir para los mexicanos, sino recuperar el privilegio al que se creen merecedores.

Lo anterior ocurre, cuando esos grupos comparan y confrontan al pueblo que por un lado sale a manifestar su apoyo a un proyecto que ellos consideran justo, contra los que salen confundidos por el ego de los que antes pudieron pero simplemente no quisieron y que los ocupan por sus intereses más que por la defensa de nuestras instituciones, como lo han hecho antes y cómo buscan hacerlo ahora.  Por este motivo,  salta a la vista de cualquiera la estrategia mediática para descalificar, deslegitimar y desvirtuar al movimiento buscando sembrar el enojo así como la polarización entre la sociedad. 

Contra el extravío de aquellos que luchan por sus propios intereses y en palabras del General Lázaro Cárdenas, “Acabar con las miserias que sufren las personas está por encima de todos los intereses”. Sabias palabras que cargan por sí mismaslas causas de millones de mexicanos, por este motivo, no debemos claudicar en la lucha por el bienestar de las mayorías, porque la esperanza está en el propio pueblo y ahí es donde se construye verdaderamente México. 

En conclusión “Con el pueblo todo y sin el pueblo nada”, Hasta la próxima semana.