EDOMEX: EL RIESGO DE LA NARCOELECCIÓN

Por Miguel Alvarez.

La democracia en México tiene un terrible enemigo del que poco se habla: El crimen organizado y la violencia que ejerce al influir en los procesos electorales.

Hace no muchos años el Dr. en Ciencias Políticas, Miguel García Sánchez, presentó su artículo acerca de cómo en Colombia influyen los grupos paramilitares directamente en el resultado electoral de las regiones que dominan; la conclusión fue brutal: la presencia de grupos armados en un país define las elecciones a favor de la candidatura de un espectro ideológico, y por lo regular este es el oficialismo nacional.

Este es un fenómeno que igualmente sucede en México, y es lógico, cuando el gobierno en turno permite libremente a la delincuencia organizada operar, ellos harán lo que sea por mantener a ese gobierno en el poder, incluso si esto involucra ejercer violencia política para cambiar las reglas del juego democrático e intimidar a la oposición mediante la amenaza, secuestro y extorsión, por decir lo menos.

Eso explica porque el pasado Proceso Electoral de 2021 fue el más violento de la historia, donde se cometieron más de mil delitos en contra de candidatos y políticos (102 de ellos fueron homicidios).  Ese año el crimen organizado definió al menos 31 cargos a través de matar a quien tenía una candidatura, y se hizo del control de espacios locales de gobierno, al grado de que a Morena se le ha señalado de usar las narco-elecciones para mantener el poder

En el Estado de México este es un foco rojo gigantesco de cara al 4 de junio, ¿volveremos a ver más de 93 carpetas de investigación por delitos como secuestro a militantes de partidos? ¿La delincuencia organizada va a extorsionar para que las estructuras de un partido no operen el Día D?

Si la violencia vuelve a desbordarse a favor de Morena el día de la elección, como ha pasado en otros estados que Morena ganó a la mala, tendremos razones de peso para asegurar que el Plan C lleva esa letra por Crimen Organizado, y que el Estado de México se habría sumado a la ya larga lista de narcoentidades de este país.  

El riesgo si Morena continúa involucrando a la delincuencia organizada en las elecciones es enorme, puesto que no habría elegido el pueblo mexiquense quien quiere que gobierne su estado, sino grupos armados al servicio del poder que busquen operar a sus anchas con el aval del partido oficialista y sus gobiernos.