
Rompe récord la importación de maíz.
Por Samuel Sarmiento.
Por si alguien se pregunta porque no llegan los grandes compradores, a llevarse las 4 millones de toneladas de maíz blanco de Sinaloa, que quedaron fuera del esquema de comercialización que implementó SEGALMEX y el Gobierno del Estado de Sinaloa, la respuesta es la siguiente, de enero a abril del 2023, nuestro país importó 7 millones de toneladas de maíz, lo que significa 18% adicional comparado con el mismo periodo del año pasado, esto representa un récord en las importaciones.
Por lo que podríamos cerrar el 2023 importando 19 millones de toneladas de maíz, comparadas con las 17.2 millones de toneladas del año pasado, lo que significa reducir nuestra soberanía alimentaria del 60% al 58%, en contraste con el 70% que recomienda la FAO y alejarnos de la meta de la autosuficiencia en producción de maíz del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
Pero no sólo aumentaron las importaciones de maíz, también se incrementaron 7% las compras de trigo y 178% las importaciones de frijol.
Y se preguntarán, ¿por qué aumentaron las importaciones de los granos básicos?
Por la sencilla razón de que las fronteras están abiertas de par en par, exentando del pago del impuesto general de importación, es decir, sin pagar aranceles y brindándoles a las empresas importadoras un permiso que las exime de los trámites ante SENASICA y COFEPRIS, poniendo en riesgo la salud y la vida de los mexicanos, y los estatus fitosanitarios y zoosanitarias de nuestro país.
Hay que recordar que el Presidente de la República publicó 3 Decretos, que tenían como objetivo controlar la inflación de la canasta básica:
1) el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), en mayo del 2022;
2) el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (APECIC), en octubre del 2022;
3) el Decreto por el que se exenta el pago del arancel a la importación, en enero del 2023.

Cabe señalar que, la inflación llegó al 8.7% en agosto del 2022 y actualmente se ubica en 6.0% en la primera quincena del mes de mayo del 2023. Sin embargo, la inflación en el rubro más sensible para las familias, que es el de los alimentos y las bebidas se sitúa en 11.6%, casi el doble de la inflación general.
Como se observa, las facilidades que les dado el Gobierno Federal a los importadores de alimentos, en poco o nada han reducido los precios en beneficio de los ciudadanos, pero si han provocado una importación récord de granos, complicando más la situación de los estados con agricultura comercial, como Sinaloa, Sonora, Baja California, Nayarit, Jalisco y Tamaulipas, entre otros.
Como resultado del abasto de sus inventarios, los compradores están ofreciendo precios por debajo de los $5,000 por tonelada de maíz, mientras que los jauleros en campo están pagando alrededor de $5,500 por tonelada.
Estos factores, como las importaciones de granos y el impacto de los programas como el APECIC, sumado a las dificultades que están teniendo los productores elegibles para acceder a las 2 millones de toneladas y la incertidumbre que prevale en los productores que representan las otras 4 millones de toneladas, deberían ser analizados por una Comisión Permanente de Evaluación y Seguimiento de la Estrategia de Comercialización del maíz y el trigo, y ya que no existe, les propongo a los líderes y a los productores, solicitar la instalación de dicha comisión, para medir el éxito o el fracaso de la estrategia.
Por eso, le pregunto estimado lector: con el aumento de las importaciones, ¿ustedes han visto alimentos más baratos en el supermercado?