
EL JAGUAR ESTÁ HERIDO: LA CAÍDA DE LAYDA SANSORES.
Por Miguel Álvarez.
El martes 5 de julio de 2022 apareció un video que perturbó hasta la médula de cada persona que hace política en este país, una gobernadora había cometido un crimen públicamente, utilizando el poder del estado para violentar a más de tres decenas de mujeres en su programa llamado “El Martes del Jaguar”.
En un acto psicótico, Layda Sansores, arremetió contra las diputadas del PRI inventando que tenían sus cargos por “mandar fotografías desnudas al presidente del partido”, ignorando por completo que las leyes de nuestro país habían sido reformadas en 2020 para condenar este tipo de actos miserables mediante las autoridades electorales, e incluso, desde una vía penal.
Conforme pasaban las horas era más evidente que, además, Sansores había adquirido los servicios de distintos influencers para instruirles replicar su mensaje y posicionar la mentira de que algunas diputadas tenían una gran cantidad de contenido íntimo que sería pronto divulgado en las redes sociales.
Estos influencers decidieron apuntar sus cañones en contra de la Diputada Sinaloense Paloma Sánchez, quien por su cercanía al Presidente Nacional del PRI y su imagen agradable, les pareció un blanco aceptable para acrecentar la mentira de la Gobernadora. Grave error de cálculo del jaguar.

Sánchez Ramos no tardó en actuar, poniendo a operar su andamiaje de defensa para lograr tres cosas: Probar que todo se trataba de una mentira, alcanzar la justicia ante este delito y, finalmente, luchar porque ninguna mujer tuviera que pasar por esto nuevamente.
Este asunto es hoy calificado por los conocedores en la materia como “El caso más grande de Violencia de Género denunciado”, ya que la operación de la Sinaloense alcanzó a más de 20 influencers, funcionarios del gobierno de Campeche, el presidente de Morena en la entidad y, por supuesto, a la gobernadora Sansores, todos ellos por haber cometido lo que a todas luces es un delito.
Casi 11 meses después el TEPJF le dio la razón a Paloma Sánchez, la gobernadora y sus huestes han sido declarados violentadores de mujeres, poniendo una gran piedra en sus intenciones de acceder más a cargos de representación popular.
El jaguar está herido, ya se puede oler la sangre… esta historia difícilmente acabará bien para Layda Sansores.