Los 7 pecados del analista político.
Por José Miguel Ruiz. 1. Autonombrarse analista. Halago en boca propia es vituperio y sinuosos son los caminos del ego; pasa que es muy frecuente...
La banalidad del mal… en Juárez.
Por José Miguel Ruiz. El mundo sucumbió ante el horror el pasado lunes y el epicentro fue en México. Al menos treinta y nueve vidas,...
La República de Weimar y el Plan B.
Por José Miguel Ruiz. El sistema electoral de Alemania suele ser un referente para los estudiosos del juego electoral. La génesis de ese sistema tiene...
El juego de las sillitas.
Por José Miguel Ruiz. La mística de la política está envuelta entre los adagios; es la experiencia consumada en el lenguaje. También implica una constante...
Secretaría de turistas.
Por José Miguel Ruiz. El manjar más delicioso para quienes desayunan, comen y cenan chismes políticos es el anuncio de enroques en los gabinetes de...
Cuando Dios se olvidó de Jesús María.
Por José Miguel Ruiz. Le preguntaron que si cómo me había ido. Contestó que bien, dentro de lo que cabía; que fuera de las horas...
Cuando no hay alternativa.
Por José Miguel Ruiz. Creo que creo en la Democracia. Al menos eso creo. Pero no confunda usted la inseguridad con la duda: la primera...
El discreto encanto de la burguesía.
Por José Miguel Ruiz. A propósito de las marchas del pasado domingo, debo decir que esta bala de salva cargada no apunta a analizar, bueno,...
Un mexicano al chile.
Por José Miguel Ruiz. El pudor por la historia ajena me obligó a callar y escuchar. El pundonor por la historia ajena me obligó a...
El Fouché mexicano: Fernando Gutiérrez Barrios.
Por José Miguel Ruiz. José Fouché, para quienes no lo han escuchado mentar, fue un (policía) político francés que vivió por allá en las épocas...
SER JOVEN Y NO SER REVOLUCIONARIO E INSTITUCIONAL… ESA ES LA CUESTIÓN.
Por José Miguel Ruiz. Creo fervorosamente que la juventud cambiará el día que deje de desperdiciar tanto tiempo de sus discursos – sobre todo si...
VÁYASE POR DONDE NO HAY CARROS (O ACCIDENTES).
Por José Miguel Ruiz. Espérese, hombre. No sea terco. Qué no ve que los que andan en carro traen prisa. Usted, por el contrario, rebosa...